
Hoy Buenos Aires volvió a la rutina.
Hoy Buenos Aires amaneció con prisa.
Colectivos llenos; gente aglomerada; niños en guardapolvo; autos; camiones: carga y descarga; un vigilador; más autos; adolescentes en uniforme.
Bocinazo, insultos... hay gente que no entiende cómo alguien puede fumar ni bien se levanta, yo no entiendo como alguien comienza su día a los gritos... bocinazos; señor en bicicleta; negocios que abren, trajes,celulares.
Yo salí de casa con la idea de comprar facturas, volver, preparar el mate y sentarme a estudiar, pero no tengo prisa.
Llegué a la panadería, y seguí.
Hoy decidí caminar.
Madres arrastrando chicos con mochilas demasiado grandes, un señor toma mate en la puerta de un taller, el diariero mira la avenida como si no hubiese nada allí.
"Estúpida, cuidá al perro, si te lo piso seguro te quejas", miro a quién le gritan, pero es a mí. El hombre gira y sigue "si a vos idiota!!", más improperios.
El perro, que no sé hace cuanto me acompaña, me mira como pidiendo disculpas. El hombre en el auto no sólo se detiene a insultarme a gusto, sino que además corta el tránsito. Me rio a carcajadas (pobre hombre, habrá creido que enloquecí, pero no deja de parecerme gracioso que no tenga tiempo para frenar un segundo y que pase el pobre bicho, pero si para parar, cortar una avenida e insultarme). Lo miro, sonrio, "que tenga buen día, señor". El tipito palidece, parece refunfuñar y sale arando.... Definitivamente, Buenos Aires amaneció con prisa.
-En una de esas se hubiese sentido mejor si lo hubiese insultado, cierto perrito? Parece que perro y yo vamos a caminar un rato más...
Hace frío, pero como el corazón está tibiecito, el frío externo no molesta.
Hoy mi paz es completa.
Tengo tres pesos en el bolsillo y un muñequito que me acaba de traer perro.
Teniendo sólo eso, hoy no me falta nada.
Hay un libro con seis capítulos de ejercicios que esperan ser hechos, un proyecto que pretende ser terminado, y una investigación apenas boquejada descansa en mi computadora. ..
Pues bien, esperaran un rato más, porque hoy no tengo prisa.
El sol sigue subiendo despacio.
Hoy mis ideas son claras como el día.
Hoy mi paz es completa, sin dudas, sin miedos pero con unas cuantas certezas.
Compro las facturas y mi acompañante espera en la puerta.
Hoy no necesito demasiadas cosas.
Hoy tengo algunas cosas en claro.
Hoy sé qué quiero y qué no.
Una factura para perrito.
Hoy creo que las cosas pueden ser diferentes.
Hoy tengo algunas nuevas esperanzas.
Hoy estoy completa.
En el camino de vuelta perrito desapareció tan sigiloso como cuando llegó.
Eso es bueno, nunca me gustaron las despedidas.
Mi gato me espera sentado en la ventana, a veces pienso que debería aprender algunas cosas de él, pero eso hoy no importa, parece que él tampoco tiene prisa.
Preparo el mate.
Alguien grabó una canción en mi contestador, no sé quien haya sido, pero me gustó.
Me siento a resolver ejercicios.
Hoy soy feliz, aunque Buenos Aires tenga prisa, y yo no.
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