sábado, 29 de agosto de 2009

Muerte anónima



Cuando creí ser feliz, morí.
Morí a la sensibilidad, para no sentir más dolor.
Aquel ser sensible, resultó ser roca; quien fuera dulce, resulto espada, y el sueño común se transformó en terror...
Cómo explicar la sangre cuando no se ve?
Cómo hablar del dolor cuando no hay palabras?
A quién recurrir en el desierto?
A quién decir lo que nadie quiere oír?
Cómo confesar lo evidente?
Quién será capaz de oír un corazón que se desangra entre el bullicio de los días?
Alguien oirá el grito de mi alma?
Esperé el abrazo en la noche y llegó el día manco.
Me abracé a la esperanza y murió entre mis manos.
Intenté revivirla, le infundí aliento, quise retenerla...

Hoy morí. Hoy murió mi amor.
El dolor lo ahogó.
Mi amor murió, y no recibió flores.
Nadie lloró mi dulce amor.
Sólo la soledad arrulló mis penas, la noche lo enterró.
Mi amor agonizó en compañía, pero nadie quiso saber cómo murió.
Las causas de su muerte fueron comunes, comunes a tantos seres.


Supe de otros amores muertos, supe de mil dolores, viví varias muertes, cien veces renací.
Hoy morí, pero mis latidos insisten en seguir.
Hoy no creo... hoy ya no quiero revivir.

Enojo


Más cosas viejas...

“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón.”
Hoy comprendí: “Guarda tu corazón”.
Siempre creí que cada experiencia te deja algo. Esa suena bien, maduro, centrado, superado.
Hoy entendí qué te dejan esas experiencias y poco tiene que ver con acumular sabiduría, sino dolor, heridas y sinsabor...
Cada nueva herida desgarra el corazón, cada dolor mata la ilusión.
Cada desilusión corroe la esperanza. Y cada desesperanza ahorca el corazón.
Y cuando esto pasa, ya no importa la vida, y eso me pasa hoy.
Quizás con los años comprendas lo que pasó hoy.
Quizás algún día sientas lo mismo vos.
Deliberadamente me heriste, te dormiste y para vos pasó.
Para cuando comprendas ya habrá muerto mi amor. Agoniza en la noche, mientras muere mi ilusión.
Descansá tranquilo, que descansa en paz mi desamor.

Sábado 8 de Mayo, 2004.
3.34 am

Quiero y no


Creí que el amor todo lo puede, quiero seguir creyéndolo.
Quiero encontrar ese alguien que me ame como a su vida, quiero saber de ese amor.
No quiero más tus mentiras. No quiero más este dolor.
Es más triste cuando se tuvo y se dejó ir un verdadero amor.
Sabés de qué hablo? Acaso no querés lo mismo vos?
Para qué estamos juntos, vos y yo?
Me cansé de las peleas cotidianas, me harté de la discusión, creo que hay más que eso, y en busca de eso estoy.
Podría acaso pasar eso contigo? En este momento creo que no.
Sé que a veces no colaboro,
sé que mis fantasmas nos siguen a los dos,
pero también conozco tu poca paciencia, tu poca ciencia para mostrarme tu amor.
Quizás mañana sea un nuevo día, un nuevo día para los dos.

A Leandro.-A destiempo-


Revisando backups encontré esto. No recuerdo haberlo mandado, pero me sorpendió. Me sorprende como nos olvidamos de algunas cosas,aún cuando otras, quizas las mismas, quizas ya con otro nombre, sigan presentes. Entonces decidí publicarlo hoy, años después. Ya no para que lo lea a quien se lo escribi, sino como un recordatorio para mi.


Hay cosas que quisiera decir, cosas que tengo para compartir, para brindar.
Hay mucho por hacer, hay mucho por cambiar, pero la rutina nos hunde, nos agobia.
Yo quiero escapar, ver la salida, encontrar el modo de brillar. Me agota el temor. Temor a no poder cambiar las cosas, a no poder lograr, miedo a perder.
Sobre todo me da miedo matar este amor, por descuido, por egoísmo, por rutina...
Quisiera que lo primero para cada uno sea el otro, que lo primordial sea cuidarnos, amarnos.
Quisiera poder darte todo eso que por miedo a parecer tonta y miedo a que me lastimes guardo bajo 7 llaves, aunque todo el día haya planeado entregártelo cuando llegues a casa.
Aunque haya soñado esperarte con una cena con velas y esas cosas que sé te gustan tanto, lo que hago es lo contrario..... Espero a que llegues, pero estoy de mal humor, por no seguir a mi corazón. Es entonces que un día se torna igual al otro, que nada mejora. Es ahí cuando más miedo tengo, cuando veo que vos también estás cansado de esto, y no logro hablar, no logro expresar, mostrarte cuánto te amo, cuán importante sos para mi, y cuánto te necesito.
Sólo me ahogo y grito, y nos alejamos, y sufro y lloro, y muero en desesperación.
Hoy quiero decir que te amo, que te necesito, que valoro tus gestos, que necesito tus mimos, que reconozco tus esfuerzos, que necesito que hablemos, que quiero tu ayuda, que sola no puedo, que necesitamos bajar la guardia, que es preciso, urgente, desarmarnos y amarnos.

viernes, 28 de agosto de 2009

Hemisferios


Hay momentos en los que el hemisferio izquierdo se te desconecta, y entonces pensás en no quedarte con las ganas, y ahí viene la reacción en cadena.
Y traicionás lo que bajo otras circunstancias tu racionalidad hubiese defendido con uñas y dientes aunque te auto definiste muy volátil, te acordás?
Pero yo te creo.
Y ese es uno de mis grandes defectos, o el peor? Tal vez sí, porque ese duele y no puedo correr a mami y decirle “me duele”.Porque cuando creces esas cosas ya no se hacen. o tal vez, porque las curitas con dibujitos ya no sirven, porque sangra, pero por dentro, y ya no sirven.
Pero vuelvo porque la nena de los patines, la que vive detrás del muro grita “otra opor-tu-ni-daaaaa-ad! Otra opor-tu ni-daaaa-ad!” Y vos sabés, con ella no puedo...
Y soy como esa gente que va al casino y cuando una mesa los llama juegan todas sus fichas a un solo número, incluso sabiendo que van a perder.
Y le doy a la gente el mayor crédito y después veo si hay que restarle puntos o no. Hay una sola ficha que no juego; esa la aposté una vez, la ruleta giró... y parece que no era mi día de suerte.
Pero yo te creo e inmerso en el hormigón dijiste no borrarte y sobre un bolso prometiste mantener la señal.
Y ella te creyó asomada por un cuadradito. Pero la distancia te cambia.
En algún lugar leí que la distancia también es relativa, que está en el corazón, y creo que es así.
Pero la distancia te cambia. Y volves a tu normalidad. Y la distancia te desaparece. La nena en los patines dibuja. La nena en patines dibuja y no quiere darse cuenta de que se perdió en un cajón. ¿Estás ahí, en el cajón? No. Creo que te convertiste en una sweater y una imagen borrosa en el hemisferio derecho porque la distancia lo cambia. Y el hemisferio izquierdo volvió a concertarse y funciona a pleno.
Y la normalidad te absorbe y la distancia te desaparece, y ya no tenés lugar para jugar.

Luna de mi...




Mi interior es un mar que suele estarse calmo
Sólo tu encrespas mi oleaje, Luna de mi..
Tus cambios llevan y traen, suben y bajan mareas en mí
Mi interior es un mar que suele estarse calmo,
Y a veces desborda.
Desborda en ríos de llanto, sobre desiertos de incomprensión
Y a veces fluye manso, a orillas de tu amor...
El mar hoy está en calma, y tu reflejo se fundirá en mí.
Esta noche sólo seras mío, Luna de mi...
Pero mañana saldrá el Sol, y habrá luna nueva,
Y ya no serás, luna de mí